US WOMEN'S OPEN 1967, Campo: The Lower Cascades, HOT SPRINGS, VIRGINIA

Tras dos años y medio de trabajo, conseguí ganar mi segundo gran campeonato, pero no el menor: el US WOMEN'S OPEN de 1967.
Aconsejados por la capitana del equipo estadounidense en Saint Germain, la Sra. Mildred Prunaret, mis padres decidieron llevarme a jugar este campeonato en 1965 y, la semana anterior, el Lady Carling Open de Filadelfia, ¡donde yo celebraba mi vigésimo cumpleaños!
Dos años más tarde, volví sola, a petición mía (¡ya era mayorcita!) a Hot Springs, Virginia, cogiendo un avión de París al aeropuerto Kennedy (NY), un helicóptero a NewArk (NY) y un avión a Hot Springs, donde se jugó el campeonato en The Cascades, un campo clasificado entre los 100 mejores de Estados Unidos:
J’ai eu la chance de pouvoir m’entraîner avec le pro de ce parcours, Herman Perry, ce qui m’aida sûrement beaucoup pour connaître bien le parcours. Je fais la connaissance d’une merveilleuse famille encore amie actuellement (je les ai revus il y a 3 ans). Les Preston passaient leurs vacances (non golfiques!) dans le même motel que moi (le Cascades Inn) et je passais les heures entre mes entraînements avec les 3 enfants (Leslie, Tom et Katherine 11, 10 et 5 ans) dans la piscine ainsi que les repas.
Celebraba mi 22 cumpleaños con ellos y con Patty Berg, una de las mejores jugadoras y profesionales de la época, con un sentido del humor extraordinario.
El sorteo de la primera y segunda ronda me colocó con Murle Lindstrom, lo que fue un punto culminante porque, con su amabilidad, seguramente me ayudó a terminar las 2 primeras rondas con 5 puntos de ventaja.
Después de la tercera ronda, ¡también terminé con 5 puntos de ventaja!
Esta noche, en contra de la costumbre general, iba a cenar con la familia Preston, invitado por los abuelos, y para asombro de todos, entre plato y plato de una buena cena, estaba bailando un charlestón con Billy Preston al son de la música que tocaba una orquesta en el hotel Hot Springs.
¡Después de una noche bastante normal, la mañana se me hizo bastante larga hasta que salí a las 14.30!
Estaba jugando la última ronda con Margie Masters, de Australia, (https://wantesgolf.wordpress.com/2014/10/07/la-increible-hazana-de-catherine-lacoste/) y después de 1 hoyo tenía 7 golpes de ventaja. Fue un día agitado con una tormenta eléctrica que nos detuvo durante media hora y empapó los greenes con el resultado de que era difícil adivinar la velocidad del putt.
Finalmente, y después de un soquette en el 16 con el que conseguí mantener una ventaja de 1 punto, llegué al 17, dogleg a la izquierda y después de un drive con mi tendencia al jersey vasco, me encontré a distancia de un hierro 8 con el que ataqué la bandera a 3 m del hoyo y entré mi bola en el centro del hoyo. ¡Qué alivio!
En el 18, un par 3 bastante largo, jugué un hierro largo y metí el putt a unos metros del hoyo y, con mis 2 golpes de ventaja, metí el primer putt a unos 40 cm del hoyo, ¡a pesar de que tenía la impresión de que aún estaba a 1 m como mínimo!
Cuando llegué a casa, me di cuenta de que había ganado un campeonato que iba a marcar mi vida. El mejor campeonato de la historia.
Al día siguiente, lo primero que pensé fue que ya no era sólo la hija de mis padres, ¡sino también alguien por mi cuenta!


